Una historia de dos hermanos leales hasta la muerte es el tema principal de Hell and High Water, una de las películas nominadas a los premios Oscar de este año.
Con un reparto lleno de estrellas como Jeff Bridges (nominado como Mejor Actor de Reparto), Chris Pine y Ben Foster, narra la vida de dos ladrones de poca monta que se dedican a asaltar bancos pequeños en Texas y la zona limítrofe de Oklahoma para lograr el famoso sueño sureño: vivir en la América de las películas.
Aunque el filme se ubica en la época actual, la banda sonora llena de canciones country (ejecutadas por la brillantez de Nick Cave) y los escenarios desérticos de Texas hacen que la película te lleve a un western de los años setenta, en el cual te pierdes dentro de los parajes de los cowboys y los diálogos llenos de hermandad y complicidad típicos del género.
Sorprende la actuación de Chris Pine, quien nos tenía acostumbrados a papeles poco relevantes en comedias románticas o películas de acción. En Hell and High Water da muestras de ser un actor con experiencia y un gran potencial que desea ser explotado en próximos filmes que lo lleven a las emociones más profundas del ser humano. Tal como sucede en esta cinta con su personaje de Toby Howard, un hombre encaminado por las reglas que, por el bienestar de su familia, se deja llevar por la ilegalidad de la cual es experto su hermano Tanner, interpretado por un Ben Foster totalmente absorbido por un cowboy texano amante de las armas y de los problemas con la policía, pero dispuesto a hacer cualquier cosa por su familia.
No podemos dejar de lado a Jeff Bridges quien interpreta a Marcus Hamilton, un ranger de Texas a pocos días de lograr su jubilación y que nunca pensó que sus últimos días dentro de la corporación serían complicados gracias a dos ladrones bastante escurridizos. La actuación que logra Bridges tiene puntos estratégicos dentro de la película, desde la comedia hasta un gran dramatismo que toca la sensibilidad del espectador y que se siente identificado con su personaje; definitivamente una actuación digna para colarse a los premios Oscar.
En la fotografía resalta la belleza árida de ese Texas que poco nos muestran en los comerciales de turismo, esa tierra llena de valles que se extienden hasta el horizonte, pastizales altos y personas que viven y aman sus ranchos. Esos pueblos perdidos entre la tecnología y la frialdad del futuro, esos pueblos donde no pasa el tiempo porque ahí el tiempo se congeló.
Hell and High Water es una de esas películas que estarán en tu colección de westerns y que podrás ver más de una vez debido a su guion bien estructurado, comedia en los momentos indicados y tragedia justo cuando la esperas.
Lesslie Aguirre
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